Traigo aquí el discurso vargas llosa nobel 2010. Una pequeña joya de gran contenido político, que bien podría de servir de ideario para fundar un partido político que muchos añoramos. Una persona comprometida socialmente y que se afirma como un liberal constitucional. Que cree en el individuo y que advierte los peligros de los nacionalismos. Y todo ello bajo una llamada a la lectura como medio para liberarnos, para realizarnos como personas, para crecer como seres críticos. Lo dicho, una perlita.
Entresaco algunas de las citas que más me han gustado:
«Gracias a la literatura, a las conciencias que formó, a los deseos y anhelos que inspiró, al desencanto de lo real con que volvemos del viaje a una bella fantasía, la civilización es ahora menos cruel que cuando los contadores de cuentos comenzaron a humanizar la vida con sus fábulas. Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida».
«La literatura crea una fraternidad dentro de la diversidad humana y eclipsa las fronteras que erigen entre hombres y mujeres la ignorancia, las ideologías, las religiones, los idiomas y la estupidez».
«Defendamos la democracia liberal, que, con todas sus limitaciones, sigue significando el pluralismo político, la convivencia, la tolerancia, los derechos humanos, el respeto a la crítica, la legalidad…».
«Enfrentándonos a los fanáticos homicidas defendemos nuestro derecho a soñar y a hacer nuestros sueños realidad».
«Mi decepción del estatismo y el colectivismo y mi tránsito hacia el demócrata y el liberal que soy -que trato de ser- fue largo, difícil…».
«Gracias a pensadores como Raymond Aron, Jean-François Revel, Isaiah Berlin y Karl Popper, a quien debo mi revalorización de la cultura democrática y de las sociedades abiertas».
«El amor al país en que uno nació no puede ser obligatorio, sino, al igual que cualquier otro amor, un movimiento espontáneo del corazón, como el que une a los amantes, a padres e hijos, a los amigos entre sí».
«Al Perú y lo llevo en las entrañas porque en él nací, crecí, me formé, y viví aquellas experiencias de niñez y juventud que modelaron mi personalidad, fraguaron mi vocación, y porque allí amé, odié, gocé, sufrí y soñé. Lo que en él ocurre me afecta más, me conmueve y exaspera más que lo que sucede en otras partes. No lo he buscado ni me lo he impuesto, simplemente es así».
«¡Qué extraordinario privilegio el de un país que no tiene una identidad porque las tiene todas!
«La conquista de América fue cruel y violenta, como todas las conquistas, desde luego, y debemos criticarla (…) Hace doscientos años, quienes asumieron el poder de las antiguas colonias, en vez de redimir al indio y hacerle justicia por los antiguos agravios, siguieron explotándolo con tanta codicia y ferocidad como los conquistadores (…) La emancipación de los indígenas es una responsabilidad exclusivamente nuestra y la hemos incumplido».
«Quiero a España tanto como al Perú»
«Barcelona fue una Torre de Babel, una ciudad cosmopolita y universal, donde era estimulante vivir y trabajar».
«La transición española (…) cuando la sensatez y la racionalidad prevalecen y los adversarios políticos aparcan el sectarismo en favor del bien común, pueden ocurrir hechos prodigiosos».
«Ojalá que los nacionalismos, plaga incurable del mundo moderno y también de España, no estropeen esta historia feliz».
«Detesto toda forma de nacionalismo (…) pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar del nacimiento. Junto con la religión, el nacionalismo ha sido la causa de las peores carnicerías de la historia».
«No hay que confundir nacionalismo de orejeras y su rechazo del «otro», siempre semilla de violencia, con el patriotismo, sentimiento sano y generoso, de amor a la tierra, donde vio la luz, donde vivieron sus ancentros y se forjaron los primeros sueños».
«La patria no son las banderas ni los himnos, ni los discursos apodícticos sobre los héroes emblemáticos, sino un puñado de lugares y personas que pueblan nuestros recuerdos y los tiñen de melancolía, la sensación cálida de que, no importa donde estemos, existe un hogar al que podemos volver».
Espléndido, aunque existan algunos que consideren que es un fascista, por tanto, no saben que significa este término.