Con renovada ilusión y esplendor, con mayor cariño y devoción, a la sombra de la Giralda vuelve Triana a encontrar su mejor embajada en Sevilla, el Retranqueo; para que los niños, sus niños, los del Carlitos vuelvan a tener su rincón, vuelva el arte, la cervecita y la tapa; las tertulias nocturas que llegan al alba; con ese puente de testigo, el de Triana, bajo el que nuestro Carlitos devuelve su alegría y se entrega de corazón.
Germán
(El pimentonero)
Elogio a la Bodega El Retranqueo
¡Ay, si yo decir supiera,
mas que en unos pocos versos,
aquella gracia que encierra
la bodega El Retranqueo!
Acaso, si yo les cuento
que sobre la barra un puente
(puente que cruza a Triana)
hace marco a la corriente
que en sus pilares descansa…
Y diluvie o haga sol
sobre este caudal de almas,
bajo este puente hay calor,
y del sol su sombra guarda.
Si, dicen, «la vida es río»,
el nuestro por aquí pasa.
¡Ay, si yo contar pudiera,
mas que en unos pocos versos,
que bajo este puente vive
la familia El Retranqueo!
Felipe Santa-Cruz Martínez-Alcalá
Sevilla, 21 de diciembre de 2010
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Con renovada ilusión y esplendor, con mayor cariño y devoción, a la sombra de la Giralda vuelve Triana a encontrar su mejor embajada en Sevilla, el Retranqueo; para que los niños, sus niños, los del Carlitos vuelvan a tener su rincón, vuelva el arte, la cervecita y la tapa; las tertulias nocturas que llegan al alba; con ese puente de testigo, el de Triana, bajo el que nuestro Carlitos devuelve su alegría y se entrega de corazón. 
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