La crisis y el privilegio de ser universitario
Artículo publicado en La Verdad el 15 de abril de 2012
España en nuestro boom democrático ha vivido en un auténtico frenesí, del cual como la cigarra de la fábula venimos a pagar ahora, como consecuencia de esta crisis mundial, una particular factura. Algo de lo que las universidades españolas no quedan ajenas, sino que la sufren (y participaron) en primera persona como importantes actores sociales que son. La situación derivada en el ámbito universitario puede concretarse en tres fenómenos –esperemos que coyunturales-: 1) La universidad no tiene dinero para mantenerse; 2) sus egresados no encuentran trabajo –por otro lado, la generación más altamente formada de nuestra historia, que después de un esforzado camino se encuentra en la calle-; y, a pesar de esto último, 3) una altísima demanda de nuevas plazas por personas que, no teniendo otra ocupación, quieren al menos estudiar.
Desde luego la situación es compleja de gestionar y hay que distinguir medidas para “estabilizar” al paciente, de otras que pudieran ayudar a afrontar algunos males estructurales de nuestra universidad, que se siguen manteniendo, reforma legislativa tras reforma –y con el Plan Bolonia aún peor- (desde la endogamia a la falta de competitividad, pasando por una masificación y pérdida de la calidad y excelencia propia de una institución de élite, con un sistema de financiación que hipoteca su autonomía frente a los gobiernos regionales, y un largo etcétera). En síntesis, como escribiera el Prof. Fernández-Carvajal, un “aldeanismo ramplón” del que cuesta que salga nuestra universidad. Por ello creo que debemos comprender que la recuperación a esta crisis “sistémica” no puede llevarnos al mismo modelo en el que nos encontrábamos. (más…)