Hace unos meses participaba en un interesante debate que se organizó aquí en Sevilla para inaugurar el Club de Debate “de iuris” de la Facultad de Derecho de la Universidad hispalense bajo el título: Toros, ¿cultura o tortura? Hoy, en el día en que el Parlamento catalán ha decidido prohibir la celebración de este espectáculo en su territorio autonómico, creo que es interesante reproducir aquí algunas de las reflexiones que en su momento hice para tratar de argumentar la ilegitimidad de la prohibición de nuestra Fiesta Nacional.
Un par de cuestiones previas. En el presente artículo cuando me refiera a ilegitimidad lo haré en un sentido más puramente “ético” que estrictamente jurídico. En una democracia se asume con carácter general que toda medida legal es per se legítima. Siendo esto cierto, yo voy a contraponer “legalidad” a “legitimidad”, en el sentido de considerar que puede haber medidas que aun cuando hayan sido aprobadas conforme a los procedimientos democráticos correspondientes, sin embargo pueden ser sentidas por un sector de la población como ilegítimas por vulnerar su escala de valores éticos –que en el fondo informan al Derecho-. Así, por ejemplo, la nueva ley del aborto puede resultar constitucional, pero un grupo de población sin embargo puede entenderla ilegítima y, en consecuencia, justamente ejercer su derecho a criticarla. De igual forma, en nuestro caso no voy a discutir la constitucionalidad de la ley, pero sí que trataré de poner de manifiesto su ilegitimidad por vulnerar un principio básico: la libertad. Y, como he señalado ya en alguna otra ocasión, asumo aquí esa visión de la libertad en sentido “negativo”, es decir, como el espacio exento a la intervención del poder político. Ese espacio en el que ni siquiera la mayoría democrática debe entrar a regular. Extiendo así las teorías de la libertad negativa de autores como Berlin o Constant a estos problemas de “excesos regulativos” que con tanta preocupación se vienen observando en nuestras democracias actuales (a este respecto léase la obra de Charles Fried “la liberad moderna y los límites del Gobierno”). (más…)